Tanto los "rojos" de Fusi como los "salvajes" de Guazú nunca te van a regalar nada, te corren hasta abajo de la cama y dejan todo en cada bocha, más destacable aún esta actitud en el equipo que usa la suplente de la selección, sabiendo que la pérdida de la categoría era un hecho. Pero dentro de las pocas certezas que tiene el fútbol, una es que da revancha y Guazú seguramente la tendrá. El partido salió como se esperaba, disputado, reñido y con el cuchillo entre los dientes. Fusi lo supo ganar y está motivado por que la pelea por el segundo ascenso está ahí, sabe que se puede y que soñar no cuesta nada. Se metió fuerte se jugó como verdaderos hombres y más aún es de hombres que al finalizar el saludo entre ambos teams sea homogéneo.