Partido con un primer tiempo en el que el relator Walter Nelson seguramente hubiese tirado su latiguillo tras el 4 a 0 de la etapa inicial, "partido liquidado" para el conjunto del Comandante Eiroa. El complemento fue casi inversamente proporcional porque mientras uno tuvo su momento, el otro andaba nublado y entonces transformó algo casi definido en un casi empate 5-4.

Jogo Bonito no pateó al arco en toda la primer mitad y entonces la segunda mitad se convirtió en una misión imposible que casi se transforma en épica si conseguían esa última oportunidad antes del silbatazo final.

Mirtha Legrand se armó un protagónico unipersonal en la primera etapa pero en el complemento prestó el elemento más preciado en el fútbol y terminó ahogado y apretado como pantalón de modelo.