Partido tranquilo tipo santiagueño bajo la parra un domingo después del almuerzo que mansamente espera el caer del parpado para ayudarlo con un simple cruzados de tobillos y un bostezo hasta que, pum remate de larga distancia, el recurso utilizado en la primer mitad para salir de la traba. El complemento siguió la misma temática de juego cortado que pudo ser para cualquiera. En conclusión, las hipótesis de algún tipo de desarrollo del juego, simplemente pueden refutarse por un error, una finura o particular jugada que pudo cambiar el desenlace de una contienda que se definió por la mínima.

Mirtha Legrand llevó el juego para donde más le convenía pero les faltó poder ofensivo para respaldar todo el sacrificio Bilardista impuesto por la escuadra.

La Barra de los Martes pudo definirlo pero no lo hizo y lo terminó sufriendo como dorado que zafa del anzuelo porque cada minuto que pasaba sumado a la corta diferencia, alargó el final y encegueció las ideas; por suerte para ellos, llegó el final y se llevaron una trabajada victoria.