Partido en el que la paciencia, ciencia de la paz, supo ser la herramienta eficaz, cuando faltó creatividad de jugadas, por momentos fue más fácil resolver que gestar pero al fin de cuentas, quien metió la pelotita en el arco con mucha mayor efectividad, fue quien se quedó con todo.

Es Poco trasladó mucho más la pelota que su adversario y por tal corrió más riesgos y dese ahí se fue marcando la diferencia porque las cosas no salieron tan bien como las intenciones y su rival lo complicó con balones largos.

Leverkusen y una tarde mágica, arrancaron con su arquero de 9 y su 9 de arquero, algo que a la pronta parecía una locura, terminó con una alegría tras demostrar las capacidades de cada uno. Ariel López su habitual guardametas, fue de delantero y la primera que tocó, la mandó a guardar al ángulo tras impulsar el balón con el empeine de su pierna derecha mientras que el legendario goleador Alan Terrazas, salió del arco en el complemento y le bastaron 20' minutos para clavar 4 pepas.