Partido entretenido y parejo con muchas llegadas y goles que al fin de cuentas, una vez más, se definió por un detalle y entonces las hipótesis de algún tipo de desarrollo del juego, simplemente pueden refutarse por un error, una finura o particular jugada que pudo cambiar el desenlace de una contienda que se definió por la mínima.

Argentina no tuvo su columna vertebral y sufrió tantos cambios a pesar de que se pudo más, quedará en su pensamiento de la posibilidad de si habría venido este u el otro de siempre, el único que se lució fue su capitán.

Ankara al momento de tener que liquidarlo, se quedó sin energías y terminó pidiendo la hora, pero por transcursos, fundamentalmente al final del primer tiempo, mostraron gran potencial.