Partido estilo café de ómnibus, intenso y agudo pero con gusto a poco más que nada porque ambos necesitaban de los tres puntos para mantenerse en la cima de la tabla. El desarrollo fue trabado en cada sector y en cada rincón del verde césped del palacio del fútbol pero terminó en empate por algún un detalle y entonces las hipótesis de algún tipo de desarrollo del juego, simplemente pueden refutarse por un error, una finura o particular jugada que pudo cambiar el desenlace de una contienda equilibrada. Parejo de principio a fin y en cada una de las circunstancias fueron equilibrados en entradas, quites y llegadas, en el que pasar por mitad de cancha no fue de transición sino de permanencia porque todo paso en el centro del campo para finalmente sellar un justo empate.

Tanto Barba Guerra como El Carioca se quedaron con gusto a poco a pesar de retirarse conformes por la calidad del rival que enfrentaron y que hacen pensar que si no se gana tampoco es malo no perder.