Partido en el que el envión del campeón invicto del torneo con su goleador encendido, el cerebro Orjales implacable y un sistema sin fisuras, con un gran nivel de todos sus jugadores, fue mucho para un adversario que se la dio contra una pared justo cuando parecía que había encontrado la fórmula. Del Fuego debe seguir apostando por la suya y morir con esa más allá de circunstancias que hagan perder el orden deben enfriar las ideas y volver a ordenarse como saben para poder avanzar con más solidez sin quedar tan expuestos. Timao está de fiesta y parece que nadie podrá detenerlos; aunque las voces del interior del vestuario hablan y ven con malos ojos el préstamo de su goleador también suenan las campanas en el manejo económico del club y algunos jugadores parecen no querer tener que pagarle más la joda de sus dirigentes… Está historia continuará…