Partido estilo mina histérica de boliche que se hace difícil al comienzo pero que al final termina en la cama culo para arriba. Primer tiempo 2 a 1, cerradito pero cuando se abrió, meta y meta, se destapó la cacerola y uno se dedicó a jugar y el otro a hablar.. El factor desencadenante fueron dos errores facturados por quién se quedó con todo, el resto de relleno y para justificar.

Mirtha Legrand fue de mayor a menor y a pesar de que el primer tiempo hicieron la gran mosca de verano, en el complemento se dedicaron a quejarse del juez y entonces la diva tomó el control del desarrollo.

El Alamo sigue firme como poronga de adolescente en una racha que de continuar puede pasar a la historia; todavía están en la mitad del recorrido pero juegan cada vez mejor.