Partido donde el conjunto de las vísceras de un animal vacuno enfrentó al de un ovino que bajo la intensidad de la noche se cocinaron y entonces el hígado y los intestinos radiantes empezaron a darle duro a los comensales de los riñones para terminar la contienda de carnavales a pura achura con más pierna fuerte que fútbol por momentos parecía la mesa de Mirta Legrand, mucho bla bla y poco tiki taka..

El Alamo es un equipo que a veces tiene dos caras que forman parte de una misma cosa y a pesar de no ser iguales en esos partidos que muestran sus dos exponentes quedan con un tiempo para el olvido y otro que no alcanzó para el recuerdo.

Mariano Moreno se lo nota a gusto en el terreno de juego y cuando expone sus potencias se florea; pero por momentos se dejó llevar por el contrario y perdió sus objetivos por lo que lo bueno se opacó por hechos circunstanciales. De todas maneras fue un debut auspicioso.