La historia del equipo A La Tibia es un testimonio de resiliencia y pasión. Su camino no ha sido fácil, estuvo lleno de tropiezos que pudieron haberlos disuelto, pero en cada caída encontraron la fuerza para levantarse.

Todo comenzó con un debut a pura ilusión en la Primera B del Clausura 2024, donde lograron una victoria en 8 partidos y descendieron a la Primera C. El comienzo en una nueva categoría era alentador en un principio, sin embargo, en el Apertura 2025, el destino les jugó una mala pasada: solo consiguieron 3 triunfos en 14 partidos. El panorama era desolador, la confianza estaba en el piso y la continuidad del equipo pendía de un hilo.

Fue en ese momento de oscuridad que llegó la luz. La incorporación de L. Viz, el dos veces goleador de la máxima categoría, fue el catalizador que encendió la chispa. Su llegada no solo trajo consigo goles, sino también una nueva energía, una mentalidad ganadora que se contagió a cada rincón del vestuario. Los jugadores que estaban desde el principio, los "players originarios", elevaron su nivel a uno superlativo. El compromiso y la convocatoria crecieron exponencialmente, forjando un equipo unido, un verdadero bloque que jugaba por un objetivo común.

El renacimiento del A La Tibia se selló el pasado domingo, cuando levantaron la Copa Delegno. Ese trofeo no es solo un objeto, es el símbolo de la fe inquebrantable, del trabajo arduo y de la convicción de que los sueños se construyen a pesar de los obstáculos. Hoy, A La Tibia no es solo un equipo, es un campeón que ha demostrado que la verdadera fuerza reside en la unidad y en no rendirse jamás. Y esta, es solo el comienzo. Ahora van por todo lo que viene, listos para ser un referente de la liga.

Hay que destacar a la mesa chica de esta institución que se esforzó y sostuvo al team en las malas. Rami, Vito, Nico y ahora se merecen estar en las buenas por que lo hicieron posible y vieron algo cuando pocos creían.

FELICITACIONES CAMPEONES.