Partido de los que hablan solo con un desarrollo simple que ganó quién convirtió los goles en las que generó ante un adversario que no definió las que tuvo por lo que el resultado cayó por una decantación de los hechos transcurridos en el verde césped del palacio del fútbol.

La diferencia entre los buenos y los mejores deportistas no está solo en sus habilidades o talentos, sino en su capacidad para mantenerse positivos en la adversidad, en gestionar sus emociones y estados de ánimo adecuadamente y en seguir confiando en sí mismos pase lo que pase.

Ankara pareció contenido desde el minuto uno, nunca despegó, tal es así que no marcaron goles en a segunda mitad.

Internados te demuele desde el dinamismo y el vértigo, desde la presión a la verticalidad de un ataque súper veloz. Tienen un tremendo despliegue para recuperar el balón y al recuperarlos se lanzan a toda velocidad al terreno contrario. Una máquina.