A partir de cierto punto no hay retorno. Ese es el punto que hay que alcanzar (Franz Kafka) y por eso se creó esta copa, para forzarlo y así, hacer ver a los equipos de que siempre hay algo peor y que a partir de ese punto todo tiende a mejorar. Hay veces que el buen juego en el fútbol llega por la ventana de lo irrelevante e impensado que la cosecha de puntos establece y luego valora si encuentra regularidad, porque como cualquier capacidad cuando uno se pone a escuchar o sentir de alguna forma o leer lo que pasa y o hace falta para que la escuadra mejore, enriquece su fortaleza y por ende su performance.

Aston Birra tiene el síndrome del resultado parcial y dependen mucho de lo anímico del marcador para responder en cancha, o sea, son pares y dan pelea a cualquiera como lo han demostrado con el empate ante el campeón de la categoría, pero si el marcador no ayuda, rápidamente se transforman en pasivos.

Chirimiski hizo la del arquitecto aplicado, salió al campo a tomar nota de todo en un primer tiempo cauto, diagramó un plan en el entretiempo y construyó una holgada victoria en el complemento.