Los partidos no lo gana el que es más guapo sino aquel que puede disfrutar de los 40’ minutos de distracción que hacen olvidar cualquier malestar acarreado en la semana y que solo se piense en fútbol, amistoso y barrial con amigos donde los más importante es la pelota que nos saca alguna sonrisa y una carga de la mejor manera más allá de un resultado, determinación y o desarrollo.
Una ironía acompañada de algunos interrogantes, nos ayudan a entender un poco más por qué no se entiende ni se justifica ningún tipo de agresión dentro del torneo: imagínense si organizáramos la copa rústicos para que la jueguen aquellos equipos que les gusta el bardo en el que ganar justifica los medios y la forma prioriza el juego áspero y desleal, ¿se podría jugar o se vendría a pelear? ¿Se jugaría con botines o con guantes de box? ¿Qué equipo querría participar de una copa con estas características? Es claro que existen torneos y equipos que se sienten identificados con estas palabras pero queremos señalar que nosotros somos la antítesis de esto y por eso siempre aclaramos que no obligamos a nadie a participar de esta liga amistosa y barrial donde se valora la amistad, el compromiso y el respeto a compañeros, rivales, árbitros y organizadores; que decimos las cosas los más claras posible, que aclaramos y re-señalamos nuestras intenciones dando a conocer nuestra ideología y pensamiento poniendo en público conocimiento el reglamento y el tribunal de disciplina con su respectivo aplicamiento en cada caso específico para que esto sea una verdadera familia y no una orfandad basada en la violencia