Partido alterado en su forma y desnaturalizado en su condición de manera que el plantel perdedor presentó un jugador menos y entonces las propiedades del juego fueron totalmente desequilibradas.

Es Poco los que estuvieron; para sacarse el sombrero, por el compromiso, por ponerle el pecho a la balas, por presentarse sabiendo lo que podía pasar y aún así, presentarse. Estos tipo fueron a la guerra sin balas y no arrugaron, la bancaron y debieron irse con alguna vergüenza deportiva sin pensar en su gran actitud.

Ateos aprovechó con goles un cotejo desvirtuado del que poco se puede analizar en cuanto al juego. Lo resolvieron fácil y muestran porque pelean arriba; Julián El Kili Gonzalez con 7 pepas y mucha magia tuvo su tarde de brillo.

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