El fútbol tiene esas cosas: a veces el fondo de la tabla miente.
Y este fue uno de esos días en los que la verdad se impuso con una goleada histórica.
Manchester Tiki, ese equipo que viene golpeado, que descendió hace poco y todavía busca reencontrarse con su mejor versión, se despertó con una furia futbolera que arrasó todo a su paso.
10 a 3 frente a Cortala Pipo, que llegaba tercero, ilusionado con meterse en zona de ascenso.

Desde el silbatazo inicial, el Tiki fue un vendaval.
El primer tiempo fue un show: siete goles en apenas veinte minutos, una ráfaga de fútbol, precisión y confianza que dejó sin reacción al rival.
Joaco Salcedo, el “33”, jugó su mejor partido del año: cuatro goles, dos asistencias y una entrega total. Fue el alma y la chispa de un equipo que pareció renacer.
A su lado, Augusto Campodónico, el “10”, volvió a amigarse con la red. Otro póker para la colección, con dos goles de pura viveza, apareciendo justo donde la jugada lo pedía.
Entre ambos, armaron un festival de paredes, toques cortos y diagonales que rompieron todo intento de defensa.

Atrás, el Tiki tuvo orden. Ferro y Ventriglia, sólidos, rápidos para cerrar y salir. El equipo mostró esa versión que muchos esperaban desde el inicio del torneo: hambre, fútbol y alegría.
El resultado final —10 a 3— no solo fue abultado, fue un mensaje: “El Tiki está vivo, y puede ganarle a cualquiera”.

Del otro lado, Cortala Pipo tuvo una mañana para el olvido. En los papeles, el partido era accesible. En la cancha, fue una pesadilla. A los doce minutos ya perdían 5 a 0 y la historia estaba escrita. Jerez, con dos goles, intentó el descuento; Silva luchó adelante pero sin precisión. El arquero Villalba y el capitán Ayala hicieron lo posible, pero cuando el rival está en llamas, no hay forma.
Cortala Pipo perdió la brújula y el partido se les escapó entre las manos.