El cierre de la jornada de la Primera C tuvo un duelo entre conocidos: A La Tibia frente a Un Equipo FC, el conjunto recientemente formado por Salvatore, con varios ex A La Tibia entre sus filas, incluido Bruno Bettelani, que quiso volver al verde césped con amigos.
El cruce tenía historia, y también pronóstico. Y se dio, más o menos, como se esperaba.

A La Tibia, candidato natural de la categoría, hizo valer su experiencia, su química y esa contundencia que tanto lo caracteriza.
Desde el arranque se adueñó del juego, marcando los tiempos y lastimando cuando el momento lo pedía.
El capitán Dimitroff Rami, emblema y fundador, confiable en el marcador con su habitual presencia goleadora.
Después apareció Lauti Viz, el hombre gol, el de la estadística eterna, con dos nuevas pepas que lo confirman como un arma letal en cualquier cancha.
Y para cerrar, Bietti, el de la derecha mágica, volvió a hacer de las suyas: le pega desde donde sea, siempre con peligro, siempre generando algo. Es probablemente uno de los jugadores con más remates por partido en todo el Verde Césped.

Del otro lado, Un Equipo FC mostró cosas interesantes. Todavía en formación, pero con un futbolista que marca diferencia: Rama Aira Pace Golazo, el de los goles que valen la entrada. Lo demostró una vez más con una joya: encaró desde mitad de cancha, se metió entre dos y la clavó arriba Tremendo. El tipo no necesita presentación: cada pelota que toca, promete espectáculo.

El resultado fue claro —4 a 1—, pero el partido dejó aprendizajes valiosos para ambos.
A La Tibia reafirmó su chapa de candidato, sólido, peligroso, con jerarquía.
Un Equipo FC, pese a la derrota, dejó sensaciones positivas: intención, compromiso y la sensación de que cuando ajusten piezas, van a competir de verdad.