Partidazo vibrante, cambiante y lleno de emociones. Toco y No Voy, conducido por Santi Fernández, se puso 3-1 arriba en la primera mitad, mostrando contundencia y dominio. El descanso los encontró confiados, mientras que A La Tibia parecía dubitativa, con ausencias que pesaban.

Pero el segundo tiempo fue otro cuento: L. Viz, en modo goleador, firmó su hat-trick; SG Gelpi empujó desde el arco y la magia de Santi Mangi apareció para darle pausa y claridad al juego. En un pestañeo, el partido cambió: de ir perdiendo 0-3 a imponerse 5-3.

El mérito de Toco y No Voy está en el arranque, en la capacidad de golpear de entrada, con Thiago Cabrera encendido y un planteo que funcionó. El aprendizaje está en sostener la intensidad: en esta categoría, bajar un cambio puede costar el partido. La derrota, lejos de ser un golpe, es una invitación a crecer.