La Pandilla y La Masía se enfrentaron en uno de esos partidos que marcan el pulso del segundo escalón de la Primera B, donde ambos sueñan con meterse en zona de ascenso. Y la historia arrancó inclinada para La Masía, que tuvo un primer tiempo casi perfecto: intensidad, orden y un Tommy Becerra enchufadísimo, de esos que cuando se prenden te abren el partido sin pedir permiso. Con contundencia y lectura, se fueron al descanso 2-0, ayudados también por un arquero improvisado que venía del partido anterior, que en un par de jugadas claves sostuvo el cero y permitió construir esa ventaja soñada.

La Pandilla, mientras tanto, no encontraba el norte. Extrañó muchísimo a su figura, Alejo Kevin, y el equipo lo sintió: desorden, poca claridad y pocas conexiones. Pero el entretiempo trajo ajustes que cambiaron el partido de punta a punta. Movieron piezas, ajustaron roles y salieron a jugar como si estuvieran 0-0, con intensidad y convicción. Enfrente, La Masía entró en una zona de dudas: algunos vaivenes, lagunas y la falta de experiencia de ciertos jugadores pesaron más de la cuenta, y ese 2-0 se volvió cada vez más frágil.

Los referentes del equipo —Ferro, Machado y el propio Becerra— no encontraron la compañía necesaria para sostener la estructura, mientras que la ausencia de un arquero titular se empezó a sentir: arriesgaron demasiado en la salida y lo pagaron caro.

La Pandilla aprovechó el temblor. Y aunque hasta rotó a su arquero, hubo un nombre que terminó de inclinar la balanza: su número 10, Salas, que sin brillar fue decisivo. Cada intervención suya tuvo peso, cada toque fue un giro de llave, cada aparición una manera de romper la ecuación. Y así, de a poco, con paciencia y con carácter, La Pandilla dio vuelta un partido complicado y se lo llevó 4-3.

Un golpe duro para La Masía, que venía firme y se fue con la sensación de haber dejado escapar un partido que podía marcar su año. Y una victoria enorme para La Pandilla, que se mantiene firme en la pelea grande y demuestra que aun sin su figura, tiene herramientas para salir adelante.