La Primera B vive un momento tan particular como apasionante. No se veía algo así desde hace años: una categoría que comenzó con siete equipos y que, tras idas, regresos y reemplazos, llega al cierre de la primera rueda con un formato casi reinventado. De los originales quedan apenas cuatro, pero la esencia —la competitividad, el fuego sagrado y el espíritu del verde césped— sigue intacta.

Entraron nuevos nombres que están escribiendo su propia historia: Asado Group, París Saint-Fernet y La Pandilla, equipos que llegaron sin pretemporada, pero con hambre de adaptación. En el camino quedaron otros como Daytona, Toco y No Voy, La Crema y Hormigas, que dejaron su huella, aunque sin poder adaptarse a la liga. La B se reacomoda, se parte en dos, pero no se quiebra: arriba, los históricos; abajo, los recién llegados que buscan entender el pulso de la categoría más imprevisible del torneo.

Y en medio de esta transición, tres partidos contaron lo que es la B en esencia: goles, historia y aprendizaje.

La Pandilla 18 – 1 Asado Group

El equipo de Alejo Kevin tuvo su partido más lúcido desde que se incorporó al Verde Césped. Un juego que quedará en la memoria por su contundencia, pero también por la manera en que lo jugó: fútbol vertical, asociaciones rápidas y una presión alta que no dio respiro. Asado Group llegó con bajas, sin su arquero titular, y lo pagó caro. Aun así, su espíritu no se quebró. Como decía Valdano: “Se puede perder un partido, pero nunca se debe perder la dignidad”. Y ese fue su mayor mérito: competir, aprender y saber que recién empieza el camino.

Dream Team 6 – 3 Richerdi

El gran partido de la fecha. Dream Team, el gigante que sigue invicto y es máximo candidato al ascenso, mostró una vez más su jerarquía. Se fue al descanso 4-1 arriba en una primera parte de dominio total. Pero Richerdi, que es pura mística, no se rindió: ajustó marcas, salió a presionar alto y puso en jaque al puntero en el complemento. Hasta la lluvia quiso ser parte del espectáculo, como si el cielo también aplaudiera un partido memorable. Dream Team sigue arriba con autoridad, pero Richerdi dejó claro que está vivo, que puede pelear y que tiene fútbol para meterse en la conversación grande.

Guerreros 11 – 2 Paris Saint-Fernet

Los Z, campeones históricos, impusieron jerarquía. Con Pepo Cermelli encendido —cinco goles y liderazgo de manual, resolvieron un partido que desde el inicio tuvo sello de experiencia. El conjunto de París Saint-Fernet, que disputa su segundo encuentro, se llevó más aprendizaje que frustración. Marcó dos goles por intermedio del Zeke Pelazzo, prestado del Tiki, que dejó buenas sensaciones y mostró carácter. A veces el resultado no cuenta toda la historia: este fue uno de esos partidos donde el crecimiento vale más que el marcador.

La Primera B cierra su primera rueda con más preguntas que respuestas, pero con una certeza: la esencia sigue ahí. Se parte la tabla, pero no la pasión. Se renuevan los nombres, pero no la identidad. Y mientras algunos ya piensan en el ascenso, otros entienden que este torneo también se trata de aprender a competir, de adaptarse, de volver.

Porque en el fútbol amateur —como en la vida— no sobrevive el más fuerte, sino el que mejor se adapta.