El mediodía del sábado tenía ese clima de final anticipada. Ambos equipos llegaban con la misma ilusión: ganar, ganar y ganar, para que los números todavía les den y seguir soñando con el ascenso a la Primera A. Porque como dijo alguna vez Ancelotti: “Las ligas se ganan sumando hasta el último día.” Y esta fecha adelantada era exactamente eso: sumar o quedarse mirando desde atrás.

La Masía, recién ascendida desde la C, llegó como un equipo que ya entendió muy rápido de qué se trata la B: intensidad, duelos, oficio y ningún partido fácil. Asado Group, recomendado por el mismísimo Lucho Ferro en su momento, continúa dando sus primeros pasos pero con una proyección enorme. No es simple meterse en una categoría donde hay equipos con más de 100 partidos en el lomo… y ellos igual se plantaron. Aprendiendo, creciendo, adaptándose.

El inicio fue todo de Asado Group. Pegaron primero, se animaron, y se fueron al entretiempo con ventaja. La Masía arrancó dormida, desconectada, y Tomilson —uno de los goleadores top de la categoría— miraba al cielo tratando de descifrar qué pasaba. Pero el fútbol, ya lo dijo Johan Cruyff, “siempre tiene un instante donde cambia todo.”

Ese instante llegó con el Santa, el arquero de La Masía. Tapó pelotas imposibles. Pelotas que cambian partidos. Pelotas que te devuelven al juego. Cada atajada fue un telegrama directo al corazón del equipo: “Estamos vivos.”

Con el envión, La Masía empezó a mover la pelota como sabe. Lucas Machado, ese jugador que ya conoce cada rincón del Verde Césped, ordenó, acomodó, marcó tiempos. Y adelante, Tomilson se activó. Dos pepas. Dos definiciones de goleador puro. Ese nueve que carga con la responsabilidad y responde como los cracks.

Pero la noticia bomba llegó desde el banco:
Zorzoli, el pivot campeón de Oro con Parne, uno de los más buscados del predio, se calzó la camiseta de La Masía. Entró, pivotó, ganó, distribuyó, y sí: clavó su gol. Jerarquía pura. Esos refuerzos que cambian el aire de un partido. Y como si fuera poco, Lucho Ferro también sumó a otro campeón:
Cole, el 10 de Ajax, campeón de la Apertura en la A. Entró, tocó y metió una asistencia de esas que tienen firma de futbolista grande.

Asado Group igual dio pelea. Luciano William armó un equipo firme, competitivo, que cuando ajusta y se ordena puede lastimar a cualquiera. Ganaron partidos pesados, perdieron otros, pero siempre compiten. Es un proyecto en pleno crecimiento.