Hay equipos que cargan con una historia que los precede. Jogo Bonito es uno de ellos: un gigante del fútbol amateur, con años de rodaje y capítulos de leyenda. Esta vez, lo demostró con una actuación aplastante: 10-2 sobre Allax, en un duelo que en los papeles siempre es parejo, pero que esta vez se volcó desde los primeros minutos hacia un solo lado.

La sorpresa no fue la victoria de Jogo, sino la forma. Fue una paliza táctica y futbolística. Guste Filgueira abrió la función con un arranque fulminante: golazo desde una posición improbable y luego una asistencia de antología tras dejar un caño en el camino. En apenas diez minutos, Jogo, que había arrancado perdiendo, ya ganaba 3-1. Intensidad, jerarquía y eficacia en estado puro.

A partir de ahí, el partido se transformó en una exhibición. Con experiencia y oficio, el Carioca supo manejar los tiempos: defenderse con la pelota, administrar esfuerzos y golpear en los momentos justos. Hicieron fácil lo difícil. La goleada tomó vuelo, y al descanso ya era 6-2, diferencia casi irremontable.

Del lado de Allax, la historia fue distinta. El equipo de Ale Peloso pegó primero, pero recibir el empate a los 40 segundos fue un golpe que pesó más de la cuenta. En un pestañeo, el marcador ya estaba 3-1, y a partir de allí la cuesta se hizo empinada. La ausencia de Lucas Colle se sintió demasiado: su despliegue y energía hubieran sido vitales para sostener la presión. Lauti Viz, en soledad, intentó multiplicarse: presionó arriba, bajó a cubrir espacios, corrió por dos, pero terminó agotado y sin la incidencia habitual.

Allax buscó, metió variantes, intentó cambiar la marea, pero se encontró siempre corriendo detrás de un rival que sabe esconder la pelota como pocos. Aun así, este partido deja algo más que el resultado: deja aprendizaje. Como dijo alguna vez Guardiola, “los equipos crecen más en las derrotas que en las victorias”. Y para Allax, que viene de batallas parejas con Jogo en el pasado, esta goleada es un llamado a reinventarse, a ajustar detalles y a recuperar la confianza.