El debut de La Parroquia, el recién ascendido, fue una muestra de carácter y determinación. En un partido que se jugó con el nervio del inicio de un torneo, el equipo venció 4 a 1 a un Cronos que llegaba con mejores expectativas, confirmando que la suerte también es un factor en el fútbol y que, a veces, la victoria se forja en los detalles.

El encuentro comenzó parejo. Con ambos equipos midiendo fuerzas, el 1 a 1 en el marcador del primer tiempo era un reflejo justo del trámite. El gol de Cronos llegó con un toque de fortuna: un pifia que, de forma inesperada, terminó colándose en el arco.

A partir de ese momento, los aires de la fortuna cambiaron de lado. La remontada de La Parroquia no fue solo en el marcador, sino también en el dominio del juego. Y la pieza clave de ese giro fue el zurdo Luca Saavedra. Con una actuación soberbia, el jugador se convirtió en el faro del equipo. No solo anotó dos goles espectaculares, sino que también asistió en el tercero, convirtiéndose en el hombre más preponderante del terreno de juego. Su talento fue la llave que abrió el camino a una victoria que, más que por goles, se ganó por la convicción de ir a buscar el resultado.