En el Verde Césped, los viejos conocidos volvieron a cruzarse. Cronos y Allax, dos equipos con historia compartida, con fundadores y jugadores que se entrelazan en la memoria del torneo, ofrecieron un duelo que tuvo sabor a clásico moderno. El resultado final —4 a 2 para Cronos— podría parecer una sorpresa, pero solo para quien no vio cómo se movía la pelota.

Porque esta vez, Cronos estuvo aceitado, lúcido y tácticamente impecable. Cuando Naza Alegre está bien, el equipo vibra distinto, y hoy fue su día. Dos goles, una asistencia y una actuación total: pivoteó, asistió, bajó, distribuyó y, sobre todo, contagió confianza. A su lado, RR Rodríguez formó una dupla perfecta: presión alta, movilidad constante y un gol a los 8 segundos de juego que cambió el tono del partido. Ese golpe inicial durmió a los holandeses y despertó al reloj de los titanes.

El equipo también sumó jerarquía con la llegada de Mati “El Toro” Orellana, un histórico del Verde Césped. Con títulos en la A, la B y la C —con Barrilete, Marimba y ahora Dream Team—, Orellana aportó oficio y temple, el tipo de experiencia que sostiene resultados.

Enfrente, Allax, el campeón vigente del Apertura 2025, mostró una versión confusa. Su plantel extenso, lleno de calidad, cayó en la paradoja de la abundancia: “cuando todos pueden jugar, a veces nadie termina jugando”. Hubo muchos cambios, poca continuidad y una falta de sincronía que se notó. Ni la presencia de Lauti Viz, el vigente récordman de goles anuales (88), pudo revertir el curso del partido. Con muchos minutos en el banco, su poder de fuego no alcanzó para torcer el destino.

Cronos planteó un 3-2 con doble nueve que combinó fuerza y táctica. Alegre se movió entre líneas, alternando de enganche y delantero, mientras Rodríguez aprovechaba cada rebote como un depredador del área. Allax, en cambio, perdió su esencia: sin equilibrio, sin ritmo y sin la intensidad que lo coronó meses atrás.