Partido como avión con pista recargada al que le costo tomar vuelo y cuando lo hizo fue rasante y anti radar, donde se destacaron las individualidades con alguna encarada que rompió con los moldes de esquemas algo defensivos.

Club Castelar debe levantar la cabeza y dar lo mejor. Cada partido es una nueva oportunidad para demostrar y corregir los errores. Jugar y jugar otorgarán más intensidad en la marca, mayor precisión en los pases y un mejor posicionamiento. Los equipos no nacen, se hacen.

Meseta del Oeste llevó el juego a donde más le convenía dándole espacios a sus jugadores de ataque para generar peligro con pelota dominada. En cuanto al juego se puede decir que se logró suplir bien los cambios y la incorporación del Emperador Adriano Molino al arco puede ser un punto fuerte de cara a lo que viene.