Partido con un primer tiempo símil chupamedias bien olfa que se esmera para que todo salga lindo y bien jugado cargado de intenciones asociadas pero que de a poco las defensas neutralizaron las ideas y tomaron el control de un desarrollo trabado en el que deshacer fue más que el hacer. En el complemento, el domino ejercido tuvo un poder determinante desde el desarrollo hasta el resultado, fueron dueños de la situación; no cabe aquí el fatalismo ni el conformismo: han sido dueños del destino y han decidido en libertad las riendas sobre el final del cotejo.

Club Castelar sin el Licha, tocado, entró al final todo roto pero el destino ya estaba escrito, tuvo un par de jugadas desafortunadas que vislumbraban lo que se vino, no era el día del team de Fioritti y compañía que comienza a pensar en el 2025.

Sudacas estuvo de ánimo desde el minuto cero, va desde que llegó el uno y desde ahí comenzó a trabajar una victoria a su manera y con un estilo que de a poco quiere moldear, con el Albañil del gol J. Álvarez, la calidad de Genovese y la dirección de Garaban, el team muestra buena forma en crecimiento.