Partido en el que mientras uno estaba de camino a las compras del asado, el del campo contrario ya tenía la picada servida, el fuego prendido y la carne a medio hacer y entonces el resultado se puede explicar fácil; uno fue mejor que el otro y esto se expuso desde el comienzo en el verde césped del palacio del fútbol con un complemento en el que las realidades del marcador hicieron que todo se defina en un par de contragolpes largos.

Tinta con bajas y jugadores prestados se vio desbordado por todos los wines pero como todo capitán de barco y como un viejo agricultor con familia Africana que se dedicó al comercio de vinos, su diez, este domingo de DT, intentará sanar rápidamente a pura uva para sobreponerse y seguir en lo más alto.

Cronos y otra presentación unilateral que termina con la hegemonía de un rival al que no habia podido vencer aún. Contundentes en la que se lucieron todos y piden pista para ir por más. De momento, es el torneo para la película soñada del Villa y compañía.