Partido de grandes intérpretes dieron un espectáculo muy trabado en la primer mitad con el uno Gótico con mucho trabajo y buenas respuestas sostuvo al equipo en vilo lo más que pudo. El complemento fue un unipersonal mejor definido cómo diarrea improvista de paisano en medio del campo una noche que al acomodarse la boina siente un retortijón en el estomagó, sale como un rayo para la casa y al encender la luz, ya se había cagado y sin vuelta atrás; goleada sin atenuantes.

Ituzaingótica tuvo sus primeros síntomas de anomalías en las dos primeras que erra su 9 Manu González, seguido de dos tapadones de Berenjena Screpante y dos salidas en falso, tan rápido fueron los síntomas como el diagnostico, derrota con equipo diezmado.

Los Guerreros Z, con una precisión quirúrgica, diseccionaron a su rival, demostrando superioridad. Avedikian, el cerebro del equipo, condujo la orquesta con maestría, tejiendo una red impenetrable en el centro del campo. Fue una mañana en la que el fútbol se convirtió en un arte marcial, donde los Guerreros Z demostraron su dominio absoluto.