El fútbol es algo más que un deporte, es un elemento que constituye a nuestra propia cultura, atravesando también lo literario. "El fútbol es una metáfora de la vida, un ámbito de humanidad, si se entiende como un lugar en el que uno pone valores, metas y sueños”. Uno no solo quiere ponerse de novio con la pelota, sino que quisiera casarse con ella, llevarla de paseo al campo contrario, acariciarla hacia un túnel de suela, ¡y que vuelva! para terminar debajo de la red alardeando a los gritos por nuestra conquista tras una excursión memorable sin tener que dar explicaciones.
Uno de los elementos caracterizadores que hacen una sociedad distinta de otras es el conjunto de valores éticos y morales que guían las acciones de sus componentes individuales. Como definición general de valor, podemos decir que los mismos forman parte de los objetos, acciones y actitudes que el ser humano persigue por considerarlos valiosos; todo aquello que en un momento, deseamos o apreciamos. Asimismo, los principios son aquellos valores que recibimos en la primera infancia inculcada por nuestros padres y la sociedad en su conjunto, la misma se va conformando en el devenir de su historia.
La competencia honesta en un campeonato, parte de la premisa de que todos sus participantes jugarán con el objetivo de ganar y en pos del mismo pondrán todos sus esfuerzos. Presuponer lo contrario eliminaría por completo el sentido. El mejor de qué y en qué se puede discutir en un torneo amateur (hagamos la diferencia). No hay que asumir como normal una actitud en principio deshonesta como lo es jugar “para atrás”, jugar para “perder”, cuando la obligación ética y moral impone “ganar”. (Hagamos la diferencia). El mensaje de estas actitudes a partir de un deporte tan popular y masivo como el fútbol nos pone patas para arriba y el desvalor pasa a ser en algunos un valor (Hagamos la diferencia). Todas las personas, especialmente los niños y jóvenes que reciben el mensaje de que en ocasiones es bueno ser deshonesto si con ello logramos el objetivo de ganar nosotros o hacer perder a nuestros rivales seguramente se considerarán habilitadas para llevar esa actitud a todos los planos de su vida y si les toca actuar en posiciones diligénciales, seguramente los resultados serán los que todos conocemos. (Es fácil hacer la diferencia). Pensemos por nosotros mismos, o mejor, sintamos como nosotros, y ahí nos daremos cuenta que el mayor valor del futbol amateur, es jugar con amigos siempre porque los resultados van y vienen, pero las anécdotas quedan. Es hermoso jugar y solo pensar en la tan preciada pelota al menos por 40’ minutos a la semana.