Luciano Wernicke se ha dedicado por años a investigar sobre las anécdotas más exóticas que se han vivido en el fútbol donde la realidad literalmente supera la ficción.
Infidelidad en directo
El Genoa luchaba por el ascenso a la Serie A italiana. El 28 de abril de 2000, en casa, frente al Atalanta de Bérgamo —uno de los punteros del campeonato—, había que ganar o ganar. El choque, cargado de roces, nervios y pierna fuerte, se evaporaba igualado en un tanto, hasta que el veloz delantero Davide Nicola trazó una diagonal fulminante que definió con maestría ante la salida estéril del arquero visitante, Alberto Fontana. Para celebrar su conquista, el goleador extendió su alocada carrera hasta un costado del campo, donde estaba sentado un grupo de policías, y se arrojó sobre una rubia y bella agente del orden, a quien besó apasionadamente. Era —reconoció luego el futbolista al periodista de la televisión situado en el campo de juego— una “amante” que había “caído en la red”. Nicola no fue amonestado por tan apasionado festejo, pero quien sí vio la tarjeta roja fue la policía: su esposo, que miraba el partido en directo por TV, la llamó de inmediato al teléfono celular y la expulsó del terreno conyugal.