Partido estilo pampeano que se dio a ráfagas de buen fútbol pero en el que las individualidades se impusieron a lo colectivo que tuvo un cambio cuando el marcador paso de estar cómodo a un 4 a 2 con dos tiros castigos malogrados por quién se fue sin nada.

Inter Nados fue por el camino del dicho hecho de que "lo que cuesta al comienzo se sufre al final" y entonces un mal comienzo los dejó sin nada tras el silbatazo; para colmo, en el ET dicen que hablaban de mujeres.

Barba Guerra lo resolvió con su magia, con esa manera de simplificar y hacer cada uno su parte para consolidar un todo y encauzar los hilos de una victoria trabajada ante un adversario que va a complicar a varios.