Partido que se anunciaba como un duelo de tabla entre el escolta y el último clasificado, se transformó en una victoria imponente de 5 a 1 a favor del equipo en la segunda posición. Desde el pitido inicial, el escolta salió a la cancha con una intensidad abrumadora. No hubo contemplaciones ni subestimación del rival. La precisión en los pases y la contundencia en la definición fueron las claves de un aluvión ofensivo que comenzó a los pocos minutos de juego.

A La Tibia a pesar de la abultada derrota, también mostró destellos que invitan a la esperanza. Hubo momentos de lucha individual y de esfuerzo colectivo que, aunque no se tradujeron en un resultado favorable, sí demuestran que hay un espíritu de lucha y una dignidad en la derrota. El único gol que pudieron convertir, más allá de la distancia en el marcador, fue un acto de rebeldía, una muestra de que tienen la capacidad de lastimar si logran ajustar sus piezas. Esta goleada, aunque dolorosa, debe servir como un aprendizaje valioso, una señal de que el camino a la mejora es largo pero posible, y que la constancia en el trabajo y la cohesión de grupo serán sus mejores aliados para salir del fondo y comenzar a construir su propia historia de victorias.

SYH 4310 La goleada de 5 a 1 no fue un accidente. Se debió a una conjunción de factores que marcan la diferencia entre un equipo que aspira al campeonato y uno que lucha por salir del fondo. El escolta demostró una mentalidad ganadora, con la convicción de ir por el partido desde el primer instante y sin bajar la guardia en ningún momento. La jerarquía individual de sus jugadores se hizo sentir en cada jugada, resolviendo situaciones complejas con calidad y efectividad.