Encuentro vibrante y de ida y vuelta. Ambos conjuntos demostraron una clara intención de imponer su estilo de juego, lo que resultó en un partido abierto y lleno de emociones. Los primeros minutos fueron un fiel reflejo de la paridad que reinó en el terreno de juego. Tanto Caño como La 71 buscaron hacerse con el dominio del balón, pero fue en los tramos en los que ambos equipos simplificaron su juego cuando lograron generar las ocasiones más claras. Los ataques rápidos y directos fueron la tónica general del primer tiempo. La segunda parte, un monólogo intermitente. Tras el descanso, el desarrollo continuó con la misma intensidad. Sin embargo, fue el conjunto de Ferro quien logró imponer su ritmo de juego en algunos pasajes del encuentro. Gracias a una mayor efectividad en las zonas de finalización lograron desnivelar la balanza a favor.

Más allá de los goles y las ocasiones claras, este cotejo estuvo marcado por una serie de detalles que influyeron en el desarrollo del mismo. Las disputas individuales, las jugadas a balón parado y los errores no forzados fueron factores determinantes del cotejo.

La 71 ganó experiencia, no hay forma de que este equipo tras el pitido final, pierda. Es real lo que dice el resultado, pero al final de cada encuentro, este equipo de jóvenes promesas madura algo y mejora al toque. Son el equipo del futuro y están en plena construcción, tiempo al tiempo veremos a Bauti con el Rodri levantando algún trofeo junto a sus hermanos.

Caño la Liga viene cerrando el Apertura de buena manera tras un comienzo dificultoso que parece haber servido para crecer y mirar lo que viene con mejores expectativas.