Partido lindo, cambiante y entretenido entre dos rivales que intentaron imponer su juego. El desarrollo fue inaudito porque cuando parecía que los azules podían golear tras una primera etapa que generaron montones y definieron algunas; sobre el final del complemento y con un gol de chilena de los mejores de la historia del verde césped de M. Villar, para el catastral, estampó el empate ante un adversario que perdonó como párroco de cárcel.

A La Tibia y uno de esos juegos que aprendes a cara de perro que no podes perdonar y que a pesar de ser muy superior y generar un sin fin de jugadas, hay que hacer los goles para ganar.

SYH 4310 y un final que jamás olvidarán tras semejante golazo para obtener un punto de un juego en el que fueron superados pero no perdieron. Valorable lo del conjunto de Capelli que puso un doble 9 al final que fue un pleno total.