Partido vibrante y entretenido pero cortado donde cruzar mitad de cancha fue más difícil que meterse en la cama sin que la patrona se avive luego de volver de una noche de juerga; imposible, inspección y cacheo para intentar cruzar a campo contrario. El primer tiempo fue apretado de juego algo confuso 3 a 2. El complemento fue un estiletazo a la yugular de Lafa que desplomó al rival a pesar del decoro en el resultado final.

Jogo Bonito no deberá recordar este mal trago y quedarse con el camino, con gran valor por el balón y el juego asociado, sacrificio y por sobre todas las cosas, el buen conocimiento de sus piezas.

Lafason despreocupado, lo definió cuando entraron los nervios a jugar para el campo contrario y a partir de ahí manejaron los hilos con base en el juego solidario y sacrificado que impone y muestra su capitán Naldi.