Partido estilo Pagani en el que la dinámica de lo impensado va mucho más allá de cualquier merecimiento y en el que la sapiencia es mucho más que la intención y entonces un error puede ser más que la imposición. Qué lindo es el fútbol cuando la paridad hace del juego una novela exquisita donde todos quieren invitar al balón a pasear por el campo contrario, acariciarlo hacia un túnel de suela, ¡y que vuelva! para terminar debajo de la red alardeando a los gritos por una conquista que puede contribuir con la victoria tras una excursión memorable sin tener que dar explicaciones. Fue como un robo en el boliche que te enteras cuando llegas a tu casa y te falta el celu. Minuto 38' ganaba Humo sin mayores sobresaltos; minuto 39' empate en jugada aislada y el Pirata a la carga del torneo otra vez. Saque del medio, presión y lateral para la familia en ataque, intercepción de K. Niedfield y para delante con empuje, mal rechazo al lo pies del Fino Botto, pase a la red, pum 3 a 2 y silbatazo.

Humo perdió intensidad cuando debía apretar y para colmo perdonó algunas pares con la marea a favor en el primer tiempo y entonces en el final se diluyó todo en una ráfaga.

Barba Guerra se encuentra con un centro de los dioses para no perder la esperanza de quién te dice...