En un encuentro áspero, no precisamente por que se puso la pierna fuerte desleal, sino por que a veces la boca es más rápida que nuestro cerebro y nos traiciona, se habló de más y si algo en el fútbol está comprobado es que hablando no se gana sino metiendo la bocha en el arco de enfrente. Más allá de esto, hubo fútbol, y entre ello la primera parte fue muy pareja por eso las acciones , al finalizar los primeros 20, estaban igualadas en 1.
En el complemento, El 8 virgen jugó mejor, fue oportunista y encima aprovechó a la perfección que su rival se quedó con un jugador menos por una mala reacción, la cual, el verde, pagó demasiado cara. Los azules vírgenes llegan a la última fecha del torneo con chances concretas de conseguir el segundo ascenso, y eso motiva mucho.