Partido donde la influencia de un jugador fue un factor fundamental para la decisión final de un encuentro que fue más parejo de lo que dictaminó el marcador. J. Martín Querubín Angeli estuvo implacable y en pocos minutos ya clavaba dos pepas que marcarían los caminos de un desenlace que lo tuvo como figura estelar. Humildes F.C expresa por sí mismo la experiencia mística de una inspiración sobre natural por las exclamaciones de sus Dt’s, las paradojas de sus intérpretes y los simbolismos de una escuadra que va a dar que hablar más allá de resultados porque parece entender la trascendencia de jugar al fútbol con amigos; si perdieron, pero nunca se olvidarán del día que “el Mimoso” Juan Negreti, llegó haciendo ruido para no jugar pero con la pilcha y los tinbo en el auto hasta que lo aclamó su Dt y ahí recién desembolsarlos para saltar finalmente a la cancha y permitirle a los poetas comunicar de modo sensible sus experiencias. No es cierto si dicen que La Candela hizo la gran, “todos atrás y Dios de 9” porque el team fue armónico, equilibrado e inteligente y desde la solvencia de la figura de la cancha el resto articuló a la perfección para transformar una difícil contienda en un holgado triunfo.