Encuentro que tuvo trances de buen fútbol y trances psicodélicos donde se embarulló un poco la idea de ambos lados pare dejar un resultado justo que dejó contentos a los del lado de los amantes de la noche y no tanto a los negros y naranja que luego de una semana de visitas a diferentes brujos de la zona para ver si cortaban la maldición llamada “menos tres” tropezaron nuevamente y siguen en la senda de derrotas.
Sin chance no encuentra la fórmula del triunfo, se encuentra preocupado porque mucho barras acusan a dirigentes por el mal momento que atraviesa la institución, mientas, otros hinchas más sentimentales creyentes de maleficios y encantamientos quieren encontrar el culpable en la nube de la desesperanza.
Que sea rock en un fin de semana de clásicos del pop más que del rock pesado como en su última presentación se sintió protagonista y dueño del destino final del encuentro que pudo resolver con claridad en la etapa inicial.