Encuentro que tardó segundos en ser un bullicio de pedidos y reclamos ante un juez ineficiente, fuera del nivel necesario para sostener a los protagonistas en línea para que demuestren lo que saben hacer de manera espectacular sábado a sábado. Pese a la amistad entre jugadores la rivalidad se hizo sentir, la falta de personalidad y credibilidad de un juez que fue contratado a ciegas por la organización y que no pudo ser defendido en sus decisiones permitió que los jugadores se salieran de la raya y reclamaran más de lo que jugaron.
Fuentes oficiales del gris mosaico indicaron que luego de la opaca presentación de la terna arbitral, los máximos exponentes de la institución organizadora realizaron una fuerte autocrítica para pedir formales y públicas disculpas a los protagonistas por la sorpresa del pasado fin de semana. A su vez, pidió paciencia en la búsqueda de nuevos hombres de negro.
La organización se hizo cargo del error en la contratación pero no avala el desvirtué del partido que podría haber sido cuarenta minutos de excelente fútbol aunque solo fueron ráfagas de juego bonito y mucho reclamo.
Pasa la jarra se vio fuera de foco perdió la oportunidad de crecer en la tabla y tomar distancia al entrar a jugar con conocimiento del resultado poco favorable de su más próximo perseguidor.
Los invisibles se jugaron una final, querían demostrar que pese a los altibajos sufridos en la campaña estaban a la altura de los de arriba y dejaron una tabla con cuatro equipos en la puja de la punta a solo seis puntos de diferencia con nueve por jugar.