Encuentro trabado como rodilla de veterano del fútbol, que dejó una diferencia de dos pepas en cada etapa en el cual nunca ninguno de los planteles en juego con sus almas desquiciadas por la pelota lograron tener comodidad para jugar porque hubo mucho juego físico y pocos circuitos colectivos que generen espacio. La diferencia terminó de la mano de la velocidad que pudieron imprimir algunos jugadores para adelantarse a situaciones y concretar goles en momentos claves.
C.A. Rivadavia siempre esta a tiro de sumar pero no logra encontrar la formula definitiva que le mantenga el nivel de juego durante los cuarenta minutos de alegría semanal.
Tercera generación luego de estar en la semana con la lucha por los aumentos a jubilados parece no haber sufrido tantas hora de estar parado porque alguno de sus jugadores corrieron y picaron de una manera increíble para colaborar con la ventaja que mucho tuvieron que trabajar.