Partidazo donde las tácticas fueron ajustadas, los tiempos para pensar con la pelota en los pies ínfimos, donde los invisibles golpearon primero doblegaron la marca y se fueron al descanso por dos arriba. En el complemento Barrio Agüero se hizo cargo y fue a buscar el partido el cual empató y a un minuto del cierre pasó al frente por la mínima. En ese minuto final pasó de todo y finalmente el último campeón de la máxima categoría lo empató y lo ganó.
Exquisito partido donde todo estuvo a la altura de lo esperado. Felicitaciones protagonistas por el regalo de fútbol que brindaron esa tarde.
El dato de color y que resonó en el banco del único invicto que quedaba fue porque el mariscal del gol, el picante y estudioso de tablas y tribunales prefirió irse a un Spa en vez de acompañar con sudor y lágrimas a sus compañeros de equipo.
Los invisibles dependen de sí mismo para ir en busca de la cima del torneo luego de recuperar el partido pendiente ante Manguenga.