Partido que desde el comienzo parecía marcar los rumbos de la sentencia porque mientras uno cometía errores garrafales en defensa, el otro los facturaba como un niño al que le dan una bolsita con golosinas de regalo.

Disney no le encontró la vuelta y nunca supieron ni cómo ni por dónde superar al contrario y terminaron como un equipo estatua, puras figuras pero sin movilidad. La escuadra que venía de sensación anda alicaída necesitada de una inyección de ánimo para que el team vuelva a funcionar como siempre.

Almafuerte estuvo enchufado y fue siempre superior al rival con buenas actuaciones de Menendez y Marin, el equipo de los hermanos Augusto sale del fondo y da muestras de que puede más.