La explicación del impensado y asombroso 7-0 no debe buscarse en hechos fortuitos ni en casualidades ni en ninguna otra cosa que no tenga que ver con estrictas razones futbolísticas. Pero la mención de lo "futbolístico" no debe dejar de lado nada de lo que el término abarca. La tunda histórica con que Jogo Bonito sacudió a Almafuerte fue la expresión acabada de una superioridad abismal en lo técnico, lo estratégico, lo individual y lo colectivo, lo anímico y lo físico. Lo llamativo de la historia es que semejante paliza se haya encuadrado en un clásico, un tipo de compromiso en el que la voluntad suele remendar las diferencias que se producen en otros terrenos.
Pero ni ese detalle ni ninguno de los otros atenuantes imaginables explican por sí solos la inmensa diferencia de concentración, velocidad y energía que hubo ayer entre uno y otro, algo así como un Airbus puesto en carrera contra una avioneta. El espejismo del comienzo, en el que pareció que la presión era una táctica y una actitud compartida, se esfumó apenas el uno Andreo cayó por primera vez y derrumbó de un solo golpe la voluntad y abrió definitivamente las puertas de una fiesta inolvidable para los de enfrente.
En un equipo que funciona bien, las razones colectivas se complementan con las individuales. Ayer, Jogo Bonito fue el gozoso beneficiario de la conjunción de ambas, porque dispuso de gente que vivió una tarde inspirada.
Aturdido, Almafuerte encaró el entretiempo con un 0-3 y un dilema: intentar la recuperación heroica o evitar la catástrofe. Casi no hubo tiempo de adivinar qué había decidido, porque enseguida le tumbaron la presunta rebeldía con el cuarto mazazo.
Pero por entonces el juego había perdido hasta la mínima condición de tal. Con casi la mitad del tiempo por delante, en el aire ya estaba instalada la sensación de que la cuenta de goles dependería del rigor o la clemencia de Jogo. Para mal del zarandeado Almafuerte, no estaba en el ánimo de su rival volverse piadoso o tan siquiera contemplativo. Después de eso hubo tres goles más, cada uno de ellos imagen perfecta de la estupefacción de uno y del floreo del otro.
Jogo Bonito |
Almafuerte |
||||||
7 |
0 |
||||||
Nro | Jugador | Goles | Pts | Nro | Jugador | Goles | Pts |
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1 | Bottini, Nestor | 8,0 | 1 | Andreo, Cristian | 6,0 | ||
5 | Arnal, Diego | 7,0 | 6 | Menendez, Facundo | 5,0 | ||
7 | Cadierno, Matías | 7,0 | 8 | Marin, Franco | 6,0 | ||
9 | Busto, Rodrigo | 7,0 | 9 | Agusto, Federico | 5,0 | ||
12 | Filgueira, Gustavo | 4 | 8,5 | 10 | Agusto, Martín | 6,0 | |
27 | Ponce, Ezequiel | 2 | 7,0 | 11 | Tessio, Pablo | 6,0 | |
88 | Cisneros, Gabriel | 1 | 7,0 | ||||
PROMEDIO: | 7,36 | PROMEDIO: | 5,67 | ||||
PARTIDO: Clásico | ÁRBITRO: Leonardo | ||||||
AMONESTADOS: Menendez, F. (Almafuerte) |
A.D.O F.C | 5 - 3 | Sin Chance F.C. |
Jogo Bonito | 7 - 0 | Almafuerte |
C.A. Rivadavia | 4 - 6 | Raggamuffin |