Partido entretenido entre planteles que poco a poco fueron encontrando la simonía del gris mosaico y cuando la alcanzaron el pitido final los aturdió.
Tabamotomando fue desarmado en la puerta del recinto, todos sus facones, puntas, pitos y trompetas fueron secuestrados por la gente de seguridad del estadio, entraron al campo de juego sin armas y les faltó el cuchillo entre los dientes para poder doblegar al rival.
Los magios se encontraron en el complemento donde ordenaron el fondo y tocaron un poco más para ganar por diferencia de dos muy ajustada y trabajada.