Partidazo hasta los quince del segundo tiempo donde pese a la ventaja de los cariocas el encuentro estaba parejo y entretenido. Finalmente la torre del de los tres palos se le venció un hierro y ya no pudo controlar su animó se desmoronó y descuido el arco para dejar que los delanteros rivales se luzcan.
Almafuerte no entendió como doblegar el rival que es un pájaro carpintero porque poco a poco te picotea la cabeza. Se desmoralizó antes de tiempo y dejó parar una chance importante para la lucha.
Jogo bonito deja todo en cada partido es persistente y luchador pero cuando le dan espacio se da cuenta que no solo tiene que luchar y empujar sino que también puede regalarle a sus espectadores algunn que otro gran lujo. Es el único punteo y se va a un descanso futbolistaico más que contento.