Encuentro friccionado, hablado, trabado con muy poco gol y mucha polémica donde finalmente en la plaza de los toros el cuadrúpedo se quedó con el taco. En el léxico taurino se diría “armar el taco” cuando el torero supone conseguir una reacción favorable del público ante su actuación pero en el gris mosaico los laureles quedaron del otro lado.
Etiqueta roja no logró entrar en juego asociado, los cortes del partido no le sirvieron, por momentos jugó más con el físico que con el espacio y la pelota y en la cuanta final, perdieron la posibilidad de seguir en la punta.
Los toros f.c por momentos más comprometidos con las desdichas arbitrales y corridos de su eje de juego no concretó sociedades fructíferas para llegar al gol pero en una de sus últimas arremetidas consiguió la mínima ventaja para empezar a despegar en la tabla de posiciones.